Marzo 29, 2025
Opinión

La lectura de la plaza sojera cambia

Enrique Erize

Hace casi 30 años acuñamos una frase entre comillas que pretendía resaltar la importancia de la producción estadounidense en los precios internacionales de la soja. Y ello fue una realidad incontrastable durante casi todo ese tiempo. Las reservas de la oleaginosa en EE.UU. al final de cada ciclo comercial definían escenarios de precios. Hoy, “Chicago queda en EE.UU” ¿sigue siendo una frase válida? Hace un par de años venimos relativizando su vigencia como consecuencia de una realidad. “Brasil es una pesadilla”. Esta última frase se refiere al tremendo crecimiento de la producción de soja en nuestra vecina nación. Es importante destacar que en la plaza sojera los actores del lado de la oferta somos tres: Brasil, EE.UU. y Argentina. El cuarto en el ránking mundial es Paraguay (que vende casi la totalidad de su cosecha a la industria aceitera radicada en el complejo Rosario). Hace 20 años que nuestra producción no varía sustancialmente, mientras EE.UU. pasó de 85 MMT a 120 MMT anuales y Brasil pasó de 55 MMT a 170 MMT por ciclo y pronostican 280 MMT para 2050. Hoy, la producción sudamericana de soja duplica a la de EE.UU. Sin duda alguna, la performance de Brasil es impresionante. Pero esta realidad (también incontrastable) genera opiniones que no comparto. La plaza sojera, dicen muchos, ya no debiera utilizar a Chicago como referencia. Aducen que, teniendo en cuenta la magnitud de la producción sudamericana del lado de la oferta y la excluyente importancia de China al considerar la demanda, las plazas de referencia debieran ser la Bolsa de San Pablo o la Bolsa de Dalian. No comparto. Los mercados de futuros necesitan volumen y liquidez para justificarse y ello es lo que aportan los que operan con fines especulativos. En los mercados de futuros operan los productores, los comerciales y los especuladores. Y son estos últimos los que le dan volumen y liquidez. Vaya un ejemplo: Chicago opera 20 veces por año la producción mundial de maíz. Y ello se debe a el accionar de los fondos especulativos de inversión. Con un “pequeño” detalle. Dichos actores demandan confianza para operar en una plaza. No veo factible que los mismos privilegien Brasil o China por sobre EE.UU.  En mi opinión, Chicago continuará siendo la plaza de referencia para cereales y oleaginosos, aunque en la ponderación de datos que afecten su evolución los stocks en EE.UU. de soja pierdan la importancia relativa y casi excluyente de hace algunos años atrás. Ahora bien, dos cuestiones “adicionales” para mejorar la lectura de los mercados. Una sería la frase “el mercado suma cero” Se aplica, por ejemplo, al actual momento. Si México le responde a EE.UU. con aranceles a su maíz en esta nueva suerte de “guerra comercial”, está por verse si Argentina se vería beneficiada de tal circunstancia. Pues lo que EE.UU. no pueda venderles a sus vecinos lo colocará, seguramente, en países que habitualmente se aprovisionan en Argentina, y así…. La otra cuestión importante de ponderar es que somos nosotros, Argentina, los matemáticamente imbatibles en la plaza sojera internacional. Ninguno de nuestros competidores puede vender su soja a u$s/Ton. 260 billete. Hoy por hoy, el productor argentino está compitiendo con una carga del 26% directo vía Derechos de Exportación. Un tema que, por importancia y extensión, merece un tratamiento más extenso que el de la columna de hoy.