La definición de los precios es, actualmente, una moneda en el aire

Naturalmente, a esta altura del año la plaza granaria internacional comienza a observar con mayor detenimiento el devenir del clima en nuestra región, particularmente en el centro oeste de Brasil. Al respecto, el arranque resultó complicado y sigue siéndolo en algunas regiones de nuestro vecino país. Pero las recientes lluvias registradas en buena parte de las zonas productivas de Argentina y algunos pronósticos un tanto más auspiciosos para Mato Grosso, lograron “borrar” las mejoras que evidenció el mercado de Chicago desde fines de agosto hasta terminar el mes de Septiembre. Sin duda alguna, la “danza de la lluvia” debería incrementar notoriamente la volatilidad de las cotizaciones de ahora en adelante y en la medida que se vaya aproximando el periodo critico de los cultivos en Sudamérica.
Pero ello, que habitualmente es lo más trascendente para el mercado de granos en estos momentos del año, está acompañado de otras variables que no le van en saga. El próximo 5 de noviembre se darán las elecciones en Estados Unidos. Según mi opinión, pocas veces al triunfo de uno u otro candidato haya mostrado tanto antagonismo. Y, por supuesto, esto no es exclusivo de nuestro mercado. Un triunfo de Kamala Harris le daría (en principio) cierta continuidad a lo que viene ocurriendo con el presente Gobierno de Biden. En ese contexto, el impacto en el mercado de granos debería ser neutral y la formación de los precios mucho más vinculada a los propios fundamentos.
Ahora, el hecho que gane Trump puede agregar mucha mayor volatilidad a las cotizaciones y estará directamente relacionada a las decisiones y, sobre todo, a los comentarios que pueda verter en relación a algunos mandatarios y países que no son de su agrado (léase China). Si bien una circunstancia como la comentada no “agarraría” al Gigante Asiático de forma desprevenida como ocurrió en 2018, las expectativas e incertidumbres en el mercado estarán a la orden del día.
Para los valores de los granos, dependerá de las políticas que adopte el nuevo presidente de los Estados Unidos. Si fuera Trump (que al parecer tiene una leve ventaja respecto de Harris), la enemistad con su par chino, podría volver a generar “premios” de nuestras cotizaciones, tal como ocurrió en la pasada “guerra comercial”. Sólo para tener una idea, En aquellos momentos, los valores FOB de la soja argentina respecto de Chicago llegaron a ubicarse por encima de los 90 dolares por tonelada, muy por encima de lo habitual. Y si bien estas cuestiones podrían impactar de una manera más suave ya que el mercado estará con previo aviso, nunca se sabe en materia geopolítica. La relación entre Trump y Putin y a su vez la visión estratégica que existe entre Putin y Xi Jinping, podrían complicar las cosas. A todo esto, además, no deberíamos olvidarnos de lo que ocurre en Medio Oriente.
Elegir los momentos de hacer las coberturas de precios y con qué tipo de herramientas llevarlas adelante, resultará clave. En definitiva, solo aquellos que nada esperan de azar, son dueños de su destino.