Agosto 11, 2018
Opinión

USDA vs. USDA

Diego de la Puente

No resulta aconsejable realizar pronósticos sobre lo que va a decir el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés). Mucho menos escribirlos. Esto último puede llegar a ser temerario, puesto que prácticamente la consecuencia posterior a dicho pronóstico resultará “pato o gallareta” -tal como aquel cazador que, observando movimientos en la vegetación, dispara con el vuelo del ave sin conocer a su presa de antemano-. Aquí pasa algo similar. Es muy azaroso tratar de acertar a un pronóstico del USDA. No obstante ello, sí se pueden señalar ciertas consideraciones sobre la importancia de algunos datos que difundirá dicho Organismo el viernes 10 de este mes. Y utilizo el verbo “difundirá”, ya que al momento en que los lectores estén ojeando este artículo ya tendremos los datos del Organismo con sede en Washington, pero cuando se redactó el mismo, todavía ello no había ocurrido.

 

Muchas veces se ha criticado al USDA acusándolo de tener una visión sesgada sobre muchos de los datos que informa. Y, esa crítica nos incluye a casi todos los analistas. Sin embargo, es imperioso tener en cuenta que en el mundo no existe otro Organismo tan importante que de forma gratuita realice informes a escala global. Ergo, hasta que esto no cambie, el mercado en general y los precios en particular, se van a seguir moviendo al son de estos informes.

 

La importancia del informe de agosto

 

Particularmente este informe de oferta y demanda, posee ciertos “condimentos” que lo hace aún más atractivo que los de otros meses. Claro está que el mercado se concentrará mucho en los datos respecto de las producciones de trigo en Europa y la Ex-URSS, como así también en Australia, luego de la sequía que tuvieron y que aún mantienen algunos países. Para tener una idea, en el mes de julio el USDA conservaba datos con respecto al comercio de trigo mundial, en donde Australia exportaba casi un 7% más que el año previo.

 

No obstante, particularmente resultará interesante la opinión del USDA con respecto a la soja. Mucho se está opinando sobre la posibilidad por parte de China de “sustituir” hasta 10 millones de toneladas de esta oleaginosa por otras alternativas que también puedan generar harinas proteicas, en el marco de la guerra comercial entre el Gigante Asiático y Estados Unidos. Sin embargo, el comercio mundial de harinas proteicas dentro de las que se incluye a las de algodón, maní, girasol, almendro de palma, colza, copra y harina de pescado, la harina de soja representa casi el 72% del total. Teniendo en cuenta este dato, pareciera difícil que China pueda suplir semejante volumen con otros productos. Y, en todo caso, de ser así el resto de los países deberían hacer un “enroque” con mayor cantidad de harina de soja para compensar las mayores adquisiciones de China sobre las otras harinas menores. Salvo que el conflicto comercial derive en una crisis económica global y que, como consecuencia, disminuya el consumo, esta cuestión no debería contraer las exportaciones estadounidenses de la oleaginosa. Pero, como siempre decimos, mercados son mercados y hay que saber respetarlos.