Mayo 14, 2022
Opinión

Los retrasos en las siembras en Estados Unidos, comienzan a preocupar al mercado

Diego de la Puente

El arranque de las siembras en Estados Unidos dista mucho del ser el ideal. Sea por excesos de humedad o por temperaturas frías, poco adecuadas para una buena germinación y posterior emergencia de los cultivos, existen retrasos notorios a esta altura de la temporada. Si bien los productores estadounidenses tienen esa enorme capacidad para poder implantar una enorme cantidad de hectáreas en muy poco tiempo (se estima que su capacidad puede llegar a las 20 millones de hectáreas en una semana con condiciones ideales), esto no estaría sucediendo en estos momentos. Al respecto, los últimos guarismos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), muestran que al 8 de mayo solo se había implantado el 22% del área de maíz, al tiempo que en el caso de la soja el número se ubicaba apenas por encima del 10%. Para que tengamos una perspectiva, el promedio de los últimos 5 años, evidencia para esta fecha una implantación del 50% para el forrajero y del 24% para la oleaginosa. Según los “traders” de Chicago y por criterio previo de los ingenieros agrónomos, al 10 de mayo debería estar sembrado el 50% del maíz que se estima implantar. Ese es “el” dato que cualquier operador observa, porque sabe que día que pase de esa fecha resulta inversamente proporcional a lograr rindes potencialmente altos.

 

Una situación similar se ha podido observar en el ciclo 2019/20. En dicha temporada los datos de siembra son muy similares a los de este año, tanto para maíz como para soja. El resultado final fue que la producción de soja pasó de 112,9 millones de toneladas en la primera estimación del USDA a 96,7 millones en el último informe. En el caso del maíz, el recorte productivo pasó de casi 382 millones a 346. Si bien todavía falta y tal como se mencionara más arriba los “farmers” tienen un gran potencial de siembra, resulta importante estar atentos a las próximas semanas para poder evaluar cómo se atravesó esta primer aduana de los cultivos en Estados Unidos.

 

Pero claro, este no es un año más o un ciclo productivo normal. Tenemos excelentes precios nominales para poder hacer un buen negocio, aunque la suba de los costos operativos no sólo que los “afina” de una manera espantosa, sino que también hace más sensibles los márgenes a eventuales caídas de los rindes por problemas climáticos o bajas de los precios. Entonces el clima pasa a ser un poco más determinante que en un año normal. Sin grandes incrementos de área a la vista y con estos retrasos en Estados Unidos, insistimos en las buenas prácticas comerciales para poder ir sorteando las diferentes vicisitudes que, sin lugar a duda, esta temporada 2022/23 nos va a ir dejando. En este sentido, no podemos descartar -del otro lado de la balanza- ni el impacto de las subas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos, ni los eventuales problemas económicos en China derivados del férreo e inentendible confinamiento por Covid. Finalmente, al momento que esta columna sea publicada, ya tendremos conocimientos de las cifras del USDA, esta vez con los datos por primera vez del ciclo 2022/23. Para estar atentos…