Esta semana los valores de los contratos futuros de trigo argentino comenzaron a incorporar el factor político ante el escenario de precios en alza en el ámbito regional del Mercosur.

El contrato Trigo Rosario Marzo 2020 del Matba Rofex –correspondiente a 100 toneladas del cereal condición cámara destinado a exportación– cerró ayer viernes en 205,5 u$s/tonelada, un valor que, considerado el FOB oficial de 245 u$s/tonelada determinado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se encuentra en línea con el FAS teórico para esa posición.

Sin embargo, el contrato Trigo Rosario Julio 2020, con un precio de 208,5 u$s/tonelada, contempla un derecho de exportación efectivo superior al 15%, cuando la retención vigente para cereales es del 12%.

La peor parte, de todas maneras, se la lleva el contrato de trigo nuevo (Enero 2021), el cual, con un precio de cierre de ayer de 166,5 u$s/tonelada, comprende un derecho de exportación implícito del orden del 27% si se considera el FOB oficial de 240 u$s/tonelada para esa posición.

Luego de registrar un máximo de 214,0 u$s/tonelada el pasado 23 de enero, el valor del contrato Trigo Rosario Marzo 2020 comenzó a pincharse a partir del compromiso del sector exportador, asumido ante el gobierno de Alberto Fernández, de vender trigo en el mercado interno para abastecer a un sector de la industria molinera que no pudo planificar compras con una gestión profesional.

Al 22 de enero pasado, según los últimos datos oficiales disponibles, el sector exportador argentino había comprado 13,81 millones de toneladas de trigo 2019/20 con declaraciones de embarques (DJVE) por 11,98 millones de toneladas. La cosecha argentina de trigo 2019/20 es estimada en 19,5 millones de toneladas por el Ministerio de Agricultura.

A partir de un desastre climático registrado en Australia, que compromete las exportaciones de trigo de ese origen programadas para el presente año, la demanda de trigo argentino por parte de naciones del sudeste asiático se dispararon, lo que provocó que las compañías exportadores siguieran originando mercadería en plena cosecha (diciembre/enero) luego de anticipar grandes volúmenes de compras en octubre y noviembre del año pasado.

A partir de marzo/abril, cuando Brasil haya consumido la mayor parte de su producción local de trigo, la demanda de cereal argentino proveniente de esa nación se acelerará en el marco de la protección regional que brinda dentro del Mercosur el arancel externo del 10%.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca argentino, Luis Basterra, no manifestó intenciones de intervenir el mercado externo de trigo con el propósito de planchar los precios internos del producto a partir de las experiencias fallidas que esas políticas generaron entre 2008 y 2015. Sin embargo, la decisión final en todo lo que respecta a políticas de comercio está en manos del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.