David Cayón.- El transporte de carga sigue ajustando sus tarifas en medio de un incremento generalizado de peajes y combustibles. Ahora fue el turno de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), que anunció un alza de 12% promedio el costo de la tonelada de cereales transportada.

Según comunicó la Catac, el aumento en las tarifas se acordó en la mesa de trabajo del Ministerio de Transporte para la Coordinación de Políticas de Transporte de la Producción Agraria. Allí se fijó el valor de arranque en $ 100,80 para los primeros 10 kilómetros contra los $ 90 que regían hasta ahora.

Algo más del 40% de la producción de la soja argentina se concentra en un radio de 300 kilometros de Rosario, por lo que un viaje desde un campo en ese límite a las terminales granarias pasó de $ 587 la tonelada/km a $ 596,08.

El cambio en el valor del kilómetro transportado se mantendría hasta, por lo menos, mitad de año; momento en el que se volverá a revisar. Además hay un acuerdo entre las partes por el que si los costos se incrementan por encima de ese 12%, se volverán a reunir.

El aumento llega en el momento en que comienza a movilizarse la campaña gruesa 2016/17, con los primeros envíos de girasol, luego maíz y soja.

La Catac había estimado a fin de año que durante 2016 había perdido alrededor de 50% de la carga consecuencia de una fuerte "retracción" de la actividad y que, además, acumularon un incremento, entre impuestos y aumentos del gasoil, superior al 40%.

El acuerdo para el nuevo cuadro tarifario nacional es similar al que se firmó días atrás para el transporte cerealero en la provincia de Buenos Aires.

La suba en el flete, tanto en granos como en los demás productos, termina trasladándose directamente al valor del producto final y repercutiendo en el nivel de la inflación.

Por su parte, la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol) insistió, por medio de un comunicado, que la actividad logística no es formadora de precios.

"Los costos que determinan las tarifas surgen en 75% de los valores del combustible, la elevada carga impositiva y la mano de obra, todos indicadores definidos por terceros y que, en los últimos tiempos, no paran de crecer, provocando el aumento de los costos".

Sobre el final de 2016, la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) reveló un estudio del Instituto de Profesores Universitarios de Costos (Iapuco) que, por ejemplo, en una tarifa de $ 1000 que cobra una empresa de transporte, el Estado se queda con $ 400 en impuestos y el empresario con $ 40. El resto se destina a cubrir costos como combustible, peajes, mano de obra, seguridad, sistemas, mantenimiento, limpieza, entre otros.

Respecto a si una mejora en la infraestructura podría bajar los costos, desde Cedol afirman que no. "Si bien favorecerá la circulación, también incrementará costos a partir de los nuevos peajes. Por ejemplo, el proyecto Paseo del Bajo obligará a que cada camión que ingrese a Capital deba hacerlo necesariamente por accesos con peajes", comentaron.

Para los transportistas, que señalan que el Gobierno y los industriales "quieren correr el foco de la discusión", tanto la carga impositiva, como el combustible y peajes, "están llevando los costos logísticos a valores nunca vistos".